Todo lo que necesitas saber antes de visitar la Catedral de Barcelona

El interior de la Catedral de Barcelona esconde un sin fin de salas en las que se puede apreciar a la perfección su estilo gótico. Sin embargo, su diseño arquitectónico no es lo único que se hace destacar, ya que cada sala cuenta con una historia única que las hace especiales. Podemos dividir el templo en las siguientes zonas:

Altar Mayor

El Altar Mayor está construido en mármol blanco y mide aproximadamente 3 metros de longitud. Fue consagrado por el obispo Ferrer Abella en el año 1337 y actualmente está sobre dos capiteles del siglo VI que pertenecían originalmente a la antigua Catedral paleocristiana.

Justo detrás del Altar Mayor, en medio de las columnas centrales, podrás observar una de las obras del escultor Frederic Marés, una imagen de la Exaltación de la Santa Cruz rodeada por seis ángeles. Además, en su base se encuentra un asiento tallado en alabastro a mediados del siglo XIV.

Cripta de Santa Eulalia

Debajo del Altar mayor te encontrarás con la Cripta de Santa Eulalia, uno de los espacios en el interior de la Catedral de Barcelona con más iluminación. Aún conserva el antiguo sepulcro del siglo IV de la virgen mártir Santa Eulalia. En el interior de la cripta se encuentra un sarcófago gótico de alabastro policromado el cual contiene los restos de la santa. 

Sepulcro de San Raimundo de Peñafort 

El Sepulcro de San Raimundo de Peñafort se encuentra bajo el altar de su capilla. Presenta la figura del santo y también está el sepulcro del convento de Santa Catalina, el cual es del siglo XIV. Cuando lo visites, pon especial atención a la parte superior del altar, ya que verá el sepulcro gótico de San Raimundo de Peñafort con escenas de su vida.

Claustro

Esta zona está situada al lado de la Catedral de Barcelona y es fácilmente accesible a través del suelo de la Catedral. El claustro es muy apreciado por los visitantes gracias a su patio con palmeras y a la extraña presencia de 13 ocas. Las aves viven en el templo y representan la edad que tenía Santa Eulalia cunado fue martirizada. También es uno de los lugares más icónicos de Barcelona, gracias que acogen una de las tradiciones locales más llamativas, el huevo danzante u “Ou com Balla”

Coro

Una de las mayores obras escultóricas que nos encontramos en el interior de la Catedral de Barcelona es la del coro, la cual data de los siglos XIV y XV. Lo que más llama la atención de esta zona son sus doseles y pináculos construidos en estilo gótico catalán por el escultor Michael Lochner. El coro esconde detalles en todos los rincones, por ejemplo, si miras con detenimiento podrás observar como hay escudos de los caballeros de la Orden del Toisón de Oro pintados en los respaldos de todos los asientos.

Capilla de Santa Lucía

La capilla de Santa Lucía fue construida entre los años 1257 y 1268 con un estilo románico tardío. Originalmente, fue dedicada a las Santas Vírgenes, pero desde 1296 está dedicada solamente a Santa Lucía, la protectora de la vista. El edificio tiene forma rectangular y cuenta con dos puertas de acceso, las cuales dan al claustro y al exterior. Nuevamente, esta sala está plagada de detalles como columnas talladas con figuras geométricas y de animales. Aunque sin duda lo más interesante son los dos sepulcros con los restos del obispo Arnau de Gurb y del canónigo Francesc de Santa Coloma en el interior. 

Sala Capitular 

Justo al lado de la Capilla de Santa Lucía se encuentra la Sala Capitular. Los interiores están cubiertos por una bóveda de caños con lunetos y está decorada con pinturas, las cuales representan la Glorificación de Santa Eulalia y de San Olegario. Para acceder a esta sala y apreciar estas pinturas del siglo XVIII, deberá a través del Claustro. 

Capilla de Lepanto

Por último, en el interior de la Catedral de Barcelona, se encuentra la Capilla de Lepanto. Esta es una pequeña sala capitular para celebrar reuniones, y se considera especial gracias a su inusual crucifijo. El crucifijo del Santo Cristo de Lepanto es famoso gracias a su forma inclinada, la cual según la leyenda se inclinó por sí sola cuando atacaron el barco en el que iba transportada. Esta cruz, junto a las ocas y el huevo danzante, son las mayores curiosidades de la Catedral de Barcelona, y son algunos de los grandes motivos de su fama.