Todo lo que necesitas saber para tu visita al Palau de la Música

El Interior

El interior del Palau está repleto de la técnica del trencadís, muy característica del modernismo catalán.
Desde la entrada principal se puede acceder al foyer, un espacio abierto al público que se suele utilizar como zona de descanso durante los entreactos de los conciertos o para tomar un café. El vestíbulo conserva la escalera adornada con balaustres de vidrio.

La sala de conciertos tiene un aforo de 2049 personas. Por todos lados se refleja color y luz gracias a los vitrales a ambos lados, las columnas cubiertas de mosaicos y el techo decorado con la famosa cúpula invertida de cristal en el medio y que proporciona al auditorio una luz cálida y colorida. En el escenario de la sala de conciertos, el órgano es lo que más llama la atención por sus grandes dimensiones, justo encima del mosaico de dieciocho musas modernistas, todas bailando y con diferentes instrumentos musicales. Otras obras de arte en las que encontramos referencias a la música son los bustos de Beethoven y Jose Anselmo Clave o esculturas sobre la “Cabalgata de las valquirias” de Wagner.

Delante de la sala de conciertos encontramos la Sala Lluís Millet, un gran salón de descanso dedicado al compositor con puertas de vidrio preciosas que conducen a una terraza llena de columnas decoradas con trencadís.
Durante los años 1982 y 1989, se añadió un nuevo edificio de seis pisos con camerinos, un archivo, una biblioteca y una sala de reuniones, además de la Sala del Petit Palau, un auditorio más pequeño con capacidad para 538 personas, situado donde estaba la antigua iglesia de San Francisco de Paula.